El capellán del recinto de Guayama de la Universidad Interamericana de Puerto Rico fue uno de los invitados a la Premiación de Valores del Año de la LAI 2023-2024 celebrada el martes en la Universidad Ana G. Méndez recinto de Carolina. Nos pareció meritorio compartir su reflexión con la comunidad universitaria.
Quiero agradecer a Liga Atlética Interuniversitaria por el privilegio que me otorgan al invitarme a tener la oración para la ceremonia de Premiación Valores del año 2024.
Reciban un cordial saludo lleno esperanza a nombre del doctor Rafael Ramírez Rivera, presidente de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, y también del doctor José M. Romero Vázquez, rector interino de la Universidad Interamericana recinto de Guayama.
A su vez saludamos al comité organizador de la actividad, deportistas, familiares y amigos que nos encontramos en este lugar para, validarles, mostrarles nuestros respetos, reconocerles y hónrales.
La escritura nos dice- ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero solo uno se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
reverendo Collazo.
Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Cada uno de ustedes ha luchado, se han esforzado. Saben lo que es madrugar e ir adormir sin fuerzas. Se han tenido que cohibir de actividades sociales y familiares para alcanzar sus metas. Hoy pueden ver como su esfuerzo, compromiso y disciplina ha tenido excelentes resultados.
Sigan a delante, no hay mayor logro para un atleta que estar dispuesto a enfrentar sus propios miedos y gigantes. No existe mayor victoria que aquella que radica en el esfuerzo y sobre pasar nuestros propios límites.
reverendo Collazo.
Cada uno de ustedes lo ha logrado por que son excelentes en sus respectivos campos, han dejaron una huella, una marca, una victoria, un legado y un ejemplo. Por todo esto y más les reconocemos, validamos, les aplaudimos y les bendecimos en el nombre de Jesús.